INFIDELIDAD Y TERAPIA DE PAREJA

infiel

Las buenas noticias para las parejas es que en la mayoría de los casos la, superación de una infidelidad es posible, y una pareja puede sobrevivir a una infidelidad. Un requisito fundamental para dar lugar a esto, es que la persona que incurrió en la infidelidad deje completamente de ver a la persona con la que fue infiel. Si no se da este paso inicial, no hay prácticamente nada que se pueda rescatar de la relación.

El terapeuta mantendrá una actitud neutra y sin prejuicio respecto a la persona que cometió la infidelidad. A pesar de todo y lamentablemente, la infidelidad es algo humano, y el hombre o la mujer pueden equivocarse en algún momento de la vida en pareja. Esto no debe significar que todo está perdido. El arrepentimiento sano tendrá que ver con un ser capaces de adoptar un punto de vista que le permita experimentar que en el engaño, contrario a lo que ha experimentado antes, no hay ninguna ganancia, sino más bien una pérdida. Esto supone un aprendizaje. Y la pareja puede aprender a conjurar, a dejar afuera cada vez más la posibilidad de que ocurra una infidelidad.

El terapeuta no tendrá una postura respecto a la decisión de si deben seguir juntos o no. No los persuadirá de que sigan tal o cual dirección. Sin embargo, sí los invitará, en la medida en que estén de acuerdo ambos, a suspender temporalmente la decisión de si deben continuar o separarse, y les ofrecerá como conveniente esperar a que se disipe un poco la nube de confusión en la que están envueltos, para poder tomar mejores decisiones. Entender qué ha pasado, cuáles son las consecuencias de lo sucedido y sus causas, ayuda a tomar la decisión, ya sea quedarse o irse,  con mayor convicción y determinación; y esto ayuda a tener más tranquilidad y seguridad, en una etapa de la vida que necesariamente va a ser difícil y dura. El psicólogo les ayudará por tanto a que tengan el  panorama más amplio y claro posible para que tomen la decisión que mejor les convenga.

El terapeuta les recomendará que eviten comentar «de más» de la situación de infidelidad con amigos o familiares. Esto debido a que, en muchos casos, familia y amigos tienden a tomar partido, y por tanto a influenciar y a presionar a tomar decisiones que, independientemente de las buenas intenciones, pueden complicar más las cosas e incluso ocasionar algún daño innecesario. Es importante que la pareja sea capaz, aunque sea por última vez, de que encuentre los recursos para tomar la decisión que tengan que tomar en el interior mismo de la relación.

El terapeuta les dará herramientas para que accedan y compartan sus emociones. Se les motivará a que hablen entre ellos, tanto en sesión como en casa.

El terapeuta explorará en la historia de cada uno con cierto detalle. Mediante la exploración del pasado, se puede conocer mejor los mecanismos usualmente empleados para lidiar con las dificultades, para después realizar una evaluación y los reajustes necesarios para asimilar adecuadamente el problema que están viviendo.

En qué puede ayudar la terapia

La terapia de pareja puede ayudar en primer lugar a la decisión ante la que la pareja es confrontada, de saber si es conveniente continuar o no con la relación después de sufrir una infidelidad, para luego ayudar a  asimilar adecuadamente los sentimientos que surgen después y a raíz de una infidelidad. La meta de una terapia de pareja es promover los recursos en cada uno en la pareja para poder superar completamente la infidelidad. Algo muy importante, es que independientemente de si la pareja desea continuar juntos o no, el haber vivido este evento los confronta a ambos a un reto, que es necesario que logren asimilar correctamente, de modo que en un futuro, ya sea estén juntos o separados, no arrastren las consecuencias negativas de la infidelidad que sufrieron, y corran el riesgo de que se reconstruya en el futuro una situación muy similar a la que están viviendo actualmente. Es por esto que en la terapia de pareja se les invita a que, independientemente de si se decide continuar con la relación o no, se detengan ambos a echar luz en la situación crítica que están viviendo, y que logren obtener un aprendizaje del evento, para cada uno por separado y, siempre se espera, también para la relación. En cierto sentido se les invita a que suspendan la decisión de si van a continuar juntos o no, y que se concentren en entender qué fue lo que pasó, y en asimilar las consecuencias negativas que se les vienen encima a ambos. Y solo después centrarse en la pregunta de una posible separación o en la posibilidad de continuar la vida juntos.

El terapeuta puede ayudar a cada uno en la pareja a descubrir el nivel de compromiso hacia la relación, enseñándoles habilidades para reparar la confianza, y generando las condiciones para que pueda existir un proceso de «sanación».